
Remedio casero de ajo y miel contra la gripe
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La salsa de miel y mostaza es un clásico en la cocina, ideal para aderezar ensaladas, acompañar carnes, marinar pollo o incluso como dip para aperitivos. Su equilibrio entre el dulzor de la miel y el toque ligeramente picante de la mostaza la convierte en una opción versátil y deliciosa.
En esta receta, utilizaremos Miel Celta, una miel cruda y artesanal, sin aditivos ni procesos industriales, que aportará un sabor inigualable y una textura perfecta a nuestra salsa.
Ingredientes:
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4 cucharadas de Miel Celta
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3 cucharadas de mostaza Dijon (o mostaza antigua para una textura más rústica)
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2 cucharadas de vinagre de manzana o zumo de limón
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4 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
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1 diente de ajo picado o rallado (opcional, para un toque más intenso)
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Sal y pimienta al gusto
Preparación:
1. Mezclar los ingredientes líquidos
En un bol mediano, agrega la Miel Celta, la mostaza y el vinagre de manzana o el zumo de limón. Bate con un tenedor o una varilla manual hasta que se integren bien.
2. Emulsionar con el aceite
Añade el aceite de oliva virgen extra poco a poco, sin dejar de batir. Esto ayudará a crear una emulsión cremosa y homogénea. Si prefieres una textura más espesa, puedes reducir ligeramente la cantidad de aceite.
3. Ajustar el sabor
Incorpora el ajo rallado (si lo usas) y sazona con sal y pimienta al gusto. Mezcla bien y prueba la salsa. Si la deseas más ácida, agrega un poco más de vinagre o limón; si la prefieres más dulce, añade un extra de miel.
4. Reposo y conservación
Para que los sabores se integren mejor, deja reposar la salsa en la nevera durante al menos 15 minutos antes de usarla. Puedes guardarla en un frasco de vidrio hermético en el refrigerador hasta por una semana.
Usos de la Salsa de Miel y Mostaza
Esta salsa es increíblemente versátil. Algunas formas de utilizarla incluyen:
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Ensaladas: Como aderezo para ensaladas verdes con frutos secos, pollo o queso de cabra.
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Carnes: Acompañando carnes a la parrilla, especialmente pollo, cerdo o ternera.
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Marinados: Perfecta para marinar muslos de pollo antes de asarlos o para dar un toque especial al salmón.
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Sándwiches y bocadillos: Úsala en hamburguesas, wraps o sándwiches para un extra de sabor.
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Dip para aperitivos: Acompañando nuggets, fingers de pollo, patatas fritas o crudités.
Consejos Adicionales
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Si quieres una salsa más ligera, puedes sustituir parte del aceite por yogur natural.
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Para una versión más cremosa, añade una cucharada de mayonesa o yogur griego.
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Si buscas un toque extra de sabor, prueba agregar una pizca de cúrcuma o una pizca de curry en polvo.